- Juan José Abuin (16 años). "Me parece buena idea; el tema es el contexto en que se da. Si hubiese una política de educación previa el proyecto se podría realizar satisfactoriamente. Pero si se baja la mayoría de edad -porque eso se busca con esto- se debería dar en todo ámbito: un menor debería poder ir preso".
- Pablo Sáenz (16 años). "Tiene su parte buena y su parte mala. Al joven que milita le da la chance de votar. Pero yo no estoy de acuerdo. La mayoría de nosotros es influenciable. Habrá quien vote para agradecer las netbooks. Algunos de nuestra edad ni siquiera son conscientes de lo que es la política"
- Amilkar Abel Arena (16 años). "La idea de votar a los 16 o 17 está buena. Muchos creen que los chicos de esa edad somos influenciables, porque eso dicen los adultos; pero tal vez pensamos más de lo que aparentamos. Además, hay mucha gente de 18 años o más que todavía no sabe votar".
- Emiliano Soria (17 años). "Es buena opción para los que están militando; pero como algunos no tienen opinión, está bueno que sea optativo. La capacitación es buena, pero obvio que si viene alguien del Gobierno hablará de manera neutral, pero tirando hacia su lado: enseñar y hacer propaganda van de la mano".
- Lucas Contreras (17 años). "Me gustaría votar, siento la necesidad de hacerlo. Si puedo discutir de política con mis compañeros, ¿por qué no podría votar? Yo sí me siento capacitado para hacerlo. Si nosotros mismos decimos que no estamos preparados nos subestimamos".
- Luciano Rivetti (16 años). "Está mal, una persona de 16 o de 17 es chico, tiene otras preocupaciones; y puede influir gravemente que vote alguien que no sabe mucho sobre política. Puede definir la elección de un diputado que quizá no habría sido electo si no votaban los chicos de estas edades".
- Bernardo Stefanoni (16 años). "Son influenciables tanto los adolescentes como los adultos; muchas veces de la misma manera. Esto del voto a los 16 es una gran responsabilidad: al ser joven es difícil definir el futuro de un país, ya que no se conoce tanto el día a día. Yo estoy a favor".
- Santiago Gramajo (16 años). "Viendo '678' y el ciclo de Jorge Lanata (Periodismo para Todos) me di cuenta de cómo los dos son fanáticos de diferentes políticas; te muestran dos puntos de vista muy diferentes. Uno elige qué ver, pero al ver un programa ya te vas para una determinada posición política".
- Germán Rocha (17 años). "Instruirse políticamente debería quedar en cada uno. Habría que decir a los jóvenes que cada uno investigue, que vea diferentes programas, que lea distintos diarios, y que saque su propia opinión. Porque si un dirigente viene a enseñar de política influenciaría para un lado o para el otro".
- Oscar Terraza (16 años). "Si bien yo no me siento maduro como para votar, sé que hay gente que milita en distintas agrupaciones. No creo tanto en la cuestión de la influencia; no veo a un padre venir y decir que se vote a este o al otro. Yo no estoy ni a favor ni en contra del proyecto".
- Elías Martín (17 años). "Con esto se le da al joven la oportunidad de participar. Me parece bien que no vote el que no esté interesado o el que no se sienta capacitado. Yo me siento preparado: milité en varias juventudes. El voto a los 16 es un modo de incentivar a la juventud para que se interese, de darle una voz".
- Julián Rojas (17 años). "El tema tiene pros y contras. Hay que valorar que den participación a la juventud, que nos incentiven a cultivarnos más para tomar decisión correcta. Pero el joven es muy influenciable. Otro aspecto negativo es que se ve esto como una estrategia política para conseguir más votos".
- Hernán Villa (16 años). "La influencia en el hogar no es directa; más bien es inconsciente. Tus padres pueden comentar que tal o cual es un 'gato', y eso repercute en vos. Por eso, a darnos capacitación no deberían venir dirigentes de un solo partido político, sino de todos los que participan en la elección".